Cuando hablamos de sostenibilidad nos referimos a el equilibrio que existe entre una especie y los recursos que le rodean.
Como es lógico pensar, si los recursos naturales de los que disponemos empieza a escasear, perjudicará de forma directa a nuestro modo de vida y de alguna forma podría afectar a nuestra supervivencia.
Afortunadamente, a día de hoy, este equilibrio está patente en la mayoría de sociedades, aunque sí es cierto que se puede trabajar de una forma aún más enérgica para conseguir mover la balanza y aprovechar aún mejor estos recursos naturales.
Existen ciertos productos como el petróleo en los que su consumo es mayor que su tiempo de regeneración (dado la cantidad de tiempo que necesita para crearse) pero ya se están trabajando en alternativas más ecológicas para cuando llegue el momento en el que tengamos que prescindir de este "oro negro".
Las energías renovables y la edificación sostenible son dos conceptos que van de la mano de la sostenibilidad y que no debemos nunca perder de vista ya que, si cuidamos la tierra que nos rodea, la producción de recursos naturales será más eficiente y nos permitirá disponer de un equilibrio mayor por lo que tenemos que tener en cuenta que no debemos contaminar en exceso y que nuestra impacto en el medio ambiente debe de ser lo más pequeño que nos sea posible.
